Lo primero que nos preguntamos fue ¿cómo lo hacemos? A raíz de esta misma pregunta, surgieron una gran cantidad de otras preguntas, las cuales hizo que empecemos una nueva investigación. Un día, entre muchas otras cuestiones, nos preguntamos: "¿Habrá alguna diferencia en el crecimiento de las raíces de las plantas si el fósforo es parte de una molécula orgánica o parte de una molécula inorgánica? " De ahí, nos pusimos a desarrollar varios abonos, siendo el orgánico el primero. Para este mismo, nos dedicámos a triturar habichuelas (como fuente de fósforo natural ) , luego, fuimos añadiendo a este posos de café y cáscara de plátanos. Posteriormente, dejamos un tiempo que esta mezcla reposara dentro de un frigorífico, para evitar su putrefacción. Junto a este mismo abono empezamos a crear nuestro segundo abono, el cual consistía de fósforo completamente inorgánico, siendo el compuesto utilizado el fosfato de calcio, de fórmula química Ca 3 (PO 4